Sobre la empatía

Esta semana aprendí que los animales también pueden sentir empatía.

El origen de la empatía se basa en que los recién nacidos (humanos en particular) dependemos muchísimo de nuestras madres para sobrevivir los primeros años y señalamos nuestras necesidades utilizando nuestro lenguaje corporal (sonriendo, llorando, etc). Un padre debe entender estos triggers para responder con la acción correcta (abrazar, dar de comer, etc.)

Chimpancés, delfines, pollos y, como pueden ver en este video, hasta caballos sienten empatía. En este video, por ejemplo, vemos como un caballo regresa por su familia durante los incendios en California. 

Analizando el tema creo que hay una diferencia interesante. La empatía en los animales está ligada a una acción.

En los humanos la empatía se puede limitar a sentir algo sin que este sentimiento nos lleve a una acción.

Los humanos hemos hackeado la empatía. Es mucho más fácil sentir que hacer.

Las personas que basan su moral en la empatía generalmente sienten que tienen buenas intenciones. Por ejemplo, vemos a un vagabundo y nos sentimos un poco tristes o compartimos información de alguien que necesita donadores de sangre pero ni ayudamos al vagabundo ni donamos sangre.

Con este “hack” es fácil sentirnos bien con nuestra empatía. Enojarnos, indignarnos, entristecernos cuando vemos algo que no nos parece es fácil y nos hace sentir bien.

Pero se nos olvida que son nuestras acciones, no nuestros sentimientos, las que logran un impacto y cambian las cosas.

Escribo esto por los incendios en Australia. Se nos está volviendo fácil indignarnos desde el celular.

“Preocuparnos por los demás es una de las cosas más hermosas que podemos hacer los seres humanos. Es una gran fuente de vida para todos nosotros. Pero una preocupación real se entiende más allá de emociones y buenas intenciones. Se trata de cómo nos preocupamos; nuestras acciones, comportamientos y, sobre todo, nuestro impacto.”

Preocuparnos es un gran primer paso porque no todo mundo lo hace, tomar acción es trascendental porque son todavía mas escasas las personas que lo hacen.