❤️ Agua: de la preocupación a la acción

Muchas gracias a Paola Barranco de @zamamexico por ayudarnos a entender más sobre el estrés hídrico y darnos una guía para ser consumidores de agua más conscientes.

Cada vez que hablo del tema del agua, las personas se muestran sorprendidas y preocupadas al saber que México es un país con un estrés hídrico alto.
Es natural que mientras más datos tengamos nos estresemos más, pero calma, debemos tener en cuenta que el estrés hídrico es la relación entre el agua renovable (lluvias), el agua disponible (acuíferos y lagos) que forman la “oferta” y por otro lado el agua que consumimos “la demanda”, así que en vez de ponernos a llorar es muy importante enfocarnos en entender la situación y sobre todo en trabajar en las soluciones.
Necesitamos reducir la demanda de agua para permitir que el agua renovable realmente llegue a las reservas y tengamos más agua por más tiempo, esto se dice fácil, pero ¿Qué tanto podemos influir en esto con nuestros hábitos cotidianos?
La respuesta es MUCHO, así con mayúsculas. Podemos influir desde dos lugares.
Primer lugar: nuestra casa
México es un país tan desigual que mientras en algunos hogares se consumen más de 500lts al día por habitante, en otras zonas son menos de 20.  Te invitamos a hacer el ejercicio un día, el que tu elijas, de tratar de vivir y hacer todo con sólo una cubeta de 20 litros, este ejercicio será sumamente educativo y cambiará tu relación con el agua, lo digo por experiencia propia.

Casi el 40% del agua que usamos en casa se va por el wc, el segundo consumo más importante es el baño en regadera, seguido por lavar la ropa, después los trastes y al final cocinar. ¿Tomar agua? Sólo el 4%... entonces la solución está clara: pensemos más y usemos menos.
Segundo lugar: nuestras compras
Cada producto que compramos ha requerido agua para su fabricación, empaque, distribución, comercialización e incluso desecho. A eso se le llama huella hídrica. Hay productos que tienen una huella hídrica especialmente alta, como la carne roja, los refresco, ropa nueva o agua embotellada.
El resumen es simple: compra menos cosas, que duren más tiempo y requieran menos empaque y menos distribución, consume más alimentos locales y de origen vegetal.
¿Has pensado en la huella hídrica que tienen tus consumos? ¿Qué hábitos podrías mejorar en tu casa? Te invitamos a compartirnos tus reflexiones.
Paola Barranco
Ig @zamamexicoeco
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