🤜 La verdad detrás de la nueva ley de plásticos de CDMX

La CDMX inició 2021 diciéndole adiós a los plásticos de un solo uso. Este es un gran paso para México ya que esta es la primera legislación en el país que promueve la eliminación total de plásticos dañinos al medio ambiente y a la salud. Sin embargo, en Desplastifícate creemos que debemos de abordar esta ley con menos festejos y mucha más cautela.
¿Qué dice la ley? “Quedará prohibida la comercialización, distribución y entrega de tenedores, cuchillos, cucharas, palitos mezcladores, platos, popotes o pajitas, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos, vasos y sus tapas, charolas para transportar alimentos, aplicadores de tampones, fabricados total o parcialmente de plásticos, diseñados para su desecho después de un solo uso, excepto los que sean compostables”.
Es importante entender que compostable no garantiza que se degrade en la naturaleza.
¿Por qué? porque los plásticos compostables de los que habla la ley sólo se degradan en presencia de oxígeno, agua y microorganismos dentro de  una composta controlada (industrial). 
La  Dra. Alethia Vázquez Morillas, investigadora del Departamento de Tecnologías Sustentables de la UAM-Azcapotzalco, explica que en México no contamos con la infraestructura necesaria para tener composteros industriales capaces de hacerse cargo correctamente de todos estos bioplásticos. Sólo en este tipo de composteros se garantiza que no se liberen metales pesados y CH4 (metano), ni se integren compuestos tóxicos en la tierra. 
Por lo tanto, y al terminar mezclados con la basura "normal", estos plásticos compostables liberarán gas metano y otros gases de efecto invernadero, y el suelo estará lleno de compuestos tóxicos y microplásticos que eventualmente llegarán a ríos, mares y al agua del subsuelo.
Entonces, ¿Cuál es el problema en la nueva legislación?
1. No tenemos la infraestructura para degradar plásticos compostables por lo que contaminarán casi como cualquier otro tipo de plástico.
2. Casi todos estos bioplásticos se parecen en apariencia y textura a los de un solo uso y al no existir una certificación oficial para distinguirlos, corremos el riesgo de que con esta nueva ley nos veamos rodeados de plásticos que presumen ser compostables y no lo son. Y a esto se le llama greenwashing.
3. Los consumidores podemos sentirnos “menos culpables” de comprar plásticos compostables aumentando nuestro consumo de los mismos.
Lo que tiene que cambiar es la forma en la que nos deshacemos de nuestros desechos, consumimos plásticos/bioplásticos, y gestionamos lo que hacemos con ellos al terminar su vida útil.
¿Tiene caso crear estas leyes si no existe ni la información ni la infraestructura adecuada para llevarlas a cabo? Tal parece que el interés de estas leyes es mediático y político, no prioritariamente medioambiental.
Los plásticos compostables sólo se degradan en ambientes controlados, no dejados a su suerte en la naturaleza para que sean ingeridos por animales o nunca se degraden porque no tienen las condiciones adecuadas.
Cambiar la ley para obligar a que los compostables sean el material dominante en el mercado no es una solución ni a corto, mediano o largo plazo si no hay una correcta regulación en la producción, comercialización e identificación de los tipos de bioplásticos, así como un manejo adecuado (industrial) de ellos.
El verdadero cambio está en nosotros: los consumidores. Necesitamos educación medioambiental a gran escala para que como población sepamos estas cosas y tomemos mejores decisiones e incluso, exijamos a las autoridades mejores regulaciones y gestión en estos temas.
Fuentes: https://www.itainnova.es/blog/materiales/plasticos-reciclables-biodegradables-y-compostables/, https://www.cronica.com.mx/notas/2019/1120174.html, https://anipac.com/2019/10/07/se-presenta-el-tema-plasticos-compostables-en-mexico-a-la-comision-de-economia-circular/

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